Cuando se habla de la movida cultural rosarina, suele pensarse sobre todo en la música, el teatro y las realizaciones audiovisuales que encuentran su canal de expresión en distintos bares, teatros, cines y centros culturales de la ciudad. Sin embargo, fuera de los espacios convencionales, jóvenes de barrios periféricos, talleristas y artistas de la calle tanto locales como extranjeros convergen en la Escuela de Artes Urbanas (EAU) para formarse en el difícil oficio de hacer reír, pensar y emocionar en los parques, los semáforos, las calles y el espacio público en general.
El Galpón 17, a orillas del Paraná. |
Ubicada en el Galpón 17, frente al Monumento Nacional a la Bandera –símbolo y exponente de la cultura oficial- la EAU es un lugar destinado a la capacitación, el encuentro, la integración y la producción de artistas urbanos. “La idea de crear la EAU nació en los barrios, bajo el desafío de la integración, tratando de juntar, por ejemplo, a los jóvenes que trabajaban en los semáforos”, cuenta el profesor Marcelo Palma, su director. “Quisimos que los semáforos dejaran de ser cajeros automáticos donde los adolescentes simplemente sacaran unos pesos, para mostrarles una profesión y que la calle fuera también un espacio de arte".
"Es importante el cruce de clases sociales ", afirma Palma. |
Los miembros de la EAU de Rosario están tan vinculados a la apropiación de los espacios públicos como las propias artes urbanas. De hecho, la mayoría de los talleristas y coordinadores surgieron del espacio urbano, es decir, de la calle. “Tomamos artistas de la calle, trapecio lo da un chico de Villa Banana, y yo trabajé a la gorra en las plazas. Muchos de ellos después se van a hacer la temporada a Europa", comenta Palma.
Ahora bien, no sólo los artistas locales que pasan por la EAU se encaminan hacia el viejo continente, sino que cada vez son más los extranjeros que deciden capacitarse en el Galpón 17. “Nosotros empezamos como una cosa local -detalla Palma- pero en Europa las artes urbanas y el circo son disciplinas de mucho privilegio, entonces la demanda hacia esta ciudad es muy grande”. Sin duda, la gratuidad de la escuela y las dimensiones del galpón, con su altura ideal para el despliegue de las disciplinas aéreas resultan un atractivo para los artistas de otros países. “Tenemos gente de toda Sudamérica”, comenta orgulloso el director.
Los interesados en el arte callejero pueden encontrar en la EAU un ámbito de iniciación a las artes urbanas, con una formación rigurosa de cursado intensivo, pero también talleres de tela, acrobacia, palo chino, trapecio, hip hop, cama elástica y danza. “Desde la EAU brindamos las herramientas para que después cada uno busque su camino”, resume Palma. Y si bien considera que las actividades están difundidas, reconoce que muchos las califican aún como "un arte menor".
En el marco de la EAU se incluye el Festival Payasadas, evento que desde diciembre de 2000 reúne anualmente a artistas locales, invitados nacionales e internacionales. Durante el encuentro se suceden espectáculos, talleres, improvisaciones y muestras orientadas a la producción de grupos de arte urbano en Rosario. La décima edición de Payasadas fue reflejada recientemente en el documental local “Rosario, ciudad de los payasos” que se emitió por Canal Encuentro tras quedar seleccionado en el Concurso Nosotros del Plan de Contenidos Federales para la Televisión Digital.
El Festival Payasadas 2010, en su décima edición. |
Sobre los artistas callejeros de la ciudad, por fuera de la Escuela de Artes Urbanas, recomendamos el informe "Artistas que laten la calle"